Nunca pidas pollo en un restaurante
Los platos de pollo son una opción muy socorrida para los niños y para aquellos a los que no les gusta mucho probar cosas nuevas. Pero según los cocineros, pedir pollo en un restaurante es un error de principiante.
La principal razón es que pagarás el plato mucho más caro que su valor real. Seamos realistas, el pollo es un alimento barato y que se puede cocinar en casa en un periquete. Pedirlo cuando comemos fuera nos saldrá muy caro.
Y casi seguro lo comeremos recalentado, y no recién cocinado.